21 de marzo de 2013

Ilusión

El sol brilla entre las hojas del árbol mientras cantan alegres los pájaros en sus ramas. Bajo la verde cúpula, me siento a descansar. Cierro los ojos dejándome llevar por la arrulladora melodía de la brisa.

Abro los ojos y ella está frente a mi, mirándome. Una sonrisa se dibuja en sus labios mientras sus hermosos cabellos juegan con el viento. Se acerca y cuando llega hasta mi, se inclina, pone sus manos en mi rostro y entonces me besa. No hay palabras con las que poder describir la calidez y ternura de ese beso.

Se aparta un poco. Un “te quiero” brota de mis labios. Ella sonríe. Se pone en pie y se dispone a marcharse:

- Por favor, no te vayas. Quédate conmigo-.

Pero ella sigue ahí de pie. Intento agarrar su mano pero me es imposible, ella se sigue alejando de mi. Mis esfuerzos por mantenerla junto a mi son en vano. Lágrimas de desesperación resbalan por mis mejillas.

Vuelvo a cerrar los ojos y cuando los abro de nuevo, ya no está ahí. Todo había sido un sueño, una ilusión. Solo un ardid con el que Morfeo pretendía divertirse, me había dado el amor de la persona amada y después me lo había arrebatado. Pero en mis labios aún persiste el tacto de ese beso. Puede que todo haya sido un sueño pero mi amor es real.



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